Carlos Urquidi G.
Reynosa, Tamaulipas.- La Piñatería Ramírez, que se hiciera popular en redes sociales por transformar en piñatas a personajes de la política como al presidente de México, el subsecretario de Salud y hasta Carlos Salinas de Gortari, además de figuras del espectáculo como Alfredo Adame, Christian Nodal y Belinda, causó controversia y rechazo al realizar una piñata de la jovencita Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, desaparecida y asesinada en Nuevo León, el pasado 21 de abril.
La piñata está basada en la última fotografía de la joven, donde espera sola en la carretera y fue publicada en la página de la piñatería con un texto bastante confuso, “estará afuera las 24 horas… ahí se las encargó, ya que muchas veces bromeo con muchas cosas… pero esta vez de corazón lamento mucho la situación… y dedicó esta piñata a muchas mujeres… pero en especial a las mías… mi hija y sobrinas”.
La piñata, el texto y sus creadores causaron el enojo de muchas personas y de grupos como la colectiva ‘Buscando a sus familias’ que respondió, “no permitiremos que páginas y personas burlonas vengan a faltar al respeto, no puedes decir que una piñata representa un homenaje a un feminicidio, lleno de comentarios misóginos pendejos, ojalá la familia de Debanhi proceda legalmente contra Piñatería Ramírez, que no es la primera vez que utiliza este lenguaje lleno de odio contra las mujeres”.
Tras los muchos comentarios y reportes, la página de Facebook de la empresa familiar de piñatas fue bloqueada por varios días y al ser abierta nuevamente contraatacó, usando de nueva cuenta palabras despectivas, “por fin desbloqueado, agradezco a las personas que entendieron lo que es un HOMENAJE y que ‘el se las encargo’ , no fue con sarcasmo sino tal cual, a las otras de los colectivos feminazis radicales/violentas la verdad ni al caso sus comentarios… muchas de ellas van con su bandera de cuidar a las mujeres y son las primeras que las critican/ violentan”.
Y nuevamente consiguió el rechazó, “a ustedes no les interesa en lo más mínimo las desaparecidas, ni tampoco los feminicidios, les importa la fama y el reconocimiento del público. La sororidad en este tipo de casos (como el de la hermana Debanhi) va mucho más allá de un simple homenaje mediante una piñata. Hacer comentarios como el de las 24 horas refleja el nulo respeto que guardan ante la gravedad de la situación, ante el dolor de todas las familias mexicanas que tenemos mujeres desaparecidas”.
Además, “¿se supone que este es un post de empatía? ¿Le preguntaron a la familia de Debahni si estaba de acuerdo y como les hace sentir que se cuelguen de un episodio violento en sus vidas? No sé cuelguen el letrero de empatía porque su discurso está lleno de misoginia y revictimización. Si de verdad les conmueve la situación por favor demuestrénlo no violentando la privacidad y respetando a las personas de las que continuamente de burlan. Esta es solo hipocresía”.
Los miles de comentarios no bajaron de tono, “la misma piñatería que hace burlas de todos ahora decide que la tomen en serio haciendo una piñata de un feminicidio. Son unos payasos e irrespetuosos lucrando con esto”.
También le recordaron a los Ramírez que en publicaciones pasadas utilizaron el término ‘femilocas’, “¿qué no ustedes hicieron piñatas en burla a las feministas?”.
“Hay que ser un perfecto imbécil para creer que esto es un homenaje. Ojalá la familia de Debanhi no vea cómo lucras con su dolor y el de TODAS las familias de las desaparecidas y asesinadas. Nada inteligente puede salir de alguien que dice: ‘es gente buena contra gente mala”.
Aunque también saltaron defensores de los creadores de la piñata, la mayoría usando términos despectivos. Punto, hasta aquí.