Carlos Urquidi G.
Fotografías: Berenice Frías
Chihuahua, Chih.- El tan esperado y varias veces pospuesto concierto del cantante Christian Nodal en Chihuahua por fin se llevó a cabo el pasado sábado, demostrando, primero, el impresionante poder de convocatoria del compositor e intérprete de ‘Botella tras botella’ y en segundo, que las medidas impuestas en el semáforo epidémico ya quedaron en el pasado, o al menos ese día, pues el uso de cubrebocas, gel antibacterial, sana distancia y aforo reducido brillaron por su ausencia.
El pasado sábado 19 de marzo, el primer evento masivo en Chihuahua tras dos años de encierro obligado se vio marcado por el frío de la noche y por la extremada tardanza de Christian Nodal para aparecer en el escenario.
A las 11:30 de la noche, los miles de asistente al Estadio Monumental Chihuahua comenzaron a hacer sentir su rechazo a la larga espera, realizando la emblemática ‘ola futbolera’ que recorrió de orilla a orilla las gradas una y otra vez y, ante no existir visos de inicio, hicieron gala del sarcasmo al gritar, ‘Belinda’, ‘Belinda’ , seguido de ‘Lupillo’, ‘Lupillo’.
Y nada, entonces los gritos subieron de tono: ‘Ya sal cabrón’.
El tiempo pasó hasta que el reloj marcó las 12:29 am cuando una voz ordenó al público que encendieran las pantallas de los celulares y, así, muy iluminado, por fin, Christian Nodal apareció en el escenario, vestido de negro y con saco blanco corto.
El ‘Forajido tour’ había comenzado. La sola presencia del joven nacido en Caborca, Sonora, bastó para calmar a la desesperada muchedumbre, “Hola Chihuahua ¿cómo están?, muchas gracias por estar aquí, agradezco a todos su presencia, a cabrón, allá hay más gente, prendas las luces que no veo nada, los quiero un chingo”.
Las letras y música de ‘Se me olvidó’ y ‘AYAYAY! ’ fueron las elegidas para abrir el espectáculo, aunque también para darse cuenta que el sonido no andaba del todo bien, tampoco la sincronización de las mega pantallas con desfase entre voz y movimiento de los labios y, en notoria era la lucha por alcanzar los tonos al interpretar los temas, ‘Eso y más’ y ‘No te contaron mal’. Su mariacheño entró al quite y sacó la casta.
La noche se hizo grande, Christian Nodal se mostró más platicador que nunca con su público y los rolas que lo han convertido en todo un fenómeno musical siguieron una tras otra: ‘De los besos que te di’, ‘La sinvergüenza’, ‘Ya no somos ni seremos’, ‘Adiós amor’, ‘Vas a querer regresar’, hasta los duetos que realizó con Ángela Aguilar y Piso 21, además de temas que popularizaran Vicente Fernández y Joan Sebastian.
El reloj avanzaba, los estragos del clima hicieron estragos en el público que no lo mitigaba ni con la compra en cantidades industriales de bebidas, desde cerveza hasta botellas de tequila o whisky y hasta en el mismo cantante la sufrió, quien primero se deshizo del saco diciendo que le “sudaba hasta el culo” y después, “mejor pásenme el saco”.
A las dos de la mañana los factores se unieron y la desbandada comenzó, la gente abandonó sus lugares rumbo a la salida, Nodal seguía en el escenario, repetía temas y hasta se aventó su versión de ‘Te lloré un río’ de Maná.
Su voz se escuchaba hasta el estacionamiento.
Colofón: el horario oficial de cierre, 2 am, ya se había rebasado y como siempre, al final, hubo clausura del inmueble y multa.
Primero por el horario y segundo por sobrepasar el aforo permitido según los lineamientos del semáforo epidémico, equivalente a un 75 % de su totalidad, aunque cuando se otorgó el permiso, la cifra sería de 3500 personas y según cifras oficiales, el sábado ingresaron 10 mil 875 personas, aunque fácil eran más de 12 mil. El estadio tiene un aforo de 14,500 y esa noche estuvo lleno. Canciones que hacen apología del delito no hubo. Nodal la armó en Chihuahua de nuevo y a pesar de todo. Punto, hasta aquí.