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Colombia- Un hombre y una mujer enfrentaron férreas batallas legales y morales para poder acceder a la muerte asistida en Colombia, lo que además desató el debate sobre la eutanasia.
Víctor Escobar, de 60 años, un transportista colombiano, se convirtió el pasado viernes en el primer paciente no terminal en recibir la eutanasia, en Latinoamérica.
Mientras la también colombiana Martha Sepúlveda logró que se le aplicara el procedimiento el pasado sábado tras más de un año de solicitarlo.
El procedimiento para pacientes con una enfermedad en estado terminal fue despenalizado en Colombia en 1997, pero no se convirtió en ley hasta 2015, nunca se había aplicado a personas con enfermedades no terminales.
Víctor, nacido en Cali, fue declarado muerto a las 9:20 pm del viernes 7 de enero de 2022. Padecía enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) e hipertensión, además había sufrido dos accidentes cerebrovasculares en 2008, tenía problemas de movilidad y necesitaba oxígeno en su vida diaria. Había sido operado de la columna en tres ocasiones luego de un accidente de auto en su juventud, “no les digo adiós, sino hasta luego, se logró llegar al objetivo, a que pacientes como yo, no terminales, sino pacientes degenerativos llegáramos a lograr y ganar esta batalla, una batalla que abre las puertas para los pacientes que vienen detrás de mí y que en estos momentos desean una muerte digna. Poco a poco nos iremos encontrando donde Dios nos tenga. Abrazos y bendiciones para todos”.
Martha, de Medellín y de 51 años, aunque puso el antecedente en el tema en el país, fue la segunda en lograrlo legalmente. La mujer había decidido morir el 10 de octubre de 2020 pero dos días antes, el Instituto Colombiano del Dolor, comunicó que el Comité Científico Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad, “concluyó de manera unánime cancelar el procedimiento” al determinar que “no se cumple con el criterio de terminalidad como se había considerado en el primer comité que evaluó su caso”.
Pero logró su objetivo este sábado 8 de enero, objetivo que tuvo en mente desde 2018 cuando fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad grave e incurable, y ‘que había transformado en un tormento’.
“Soy una persona católica, me considero muy, muy creyente. Pero Dios no me quiere ver sufrir a mí”.
Su hijo, Federico, de 22 años, tras batallar para aceptar la decisión de su madre, la avaló y apoyó, “mi mamá está tranquila y feliz desde que le dijeron que podía morir porque su vida era literalmente un infierno”.
Agregando, “creo que demuestro más mi amor si la apoyo en esta decisión que ella tomó”.
Colombia es el único país de América Latina y uno de los siete países del mundo donde es legal la eutanasia, junto a Bélgica, Canadá, España, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Países Bajos, mientras que en otros países, como Chile y Perú, se encuentran dando pasos para su legislación.
La Conferencia Episcopal colombiana pidió a Martha reconsiderara su decisión, “ojalá la reflexión se dé, si las circunstancias se lo permiten, lejos del acoso de los medios de comunicación que no han dudado en tomar su dolor y el de su familia, para hacer una suerte de propaganda de la eutanasia”.
En México la eutanasia, no es legal, pero se cuenta con la Ley de Voluntad Anticipada que permite que se rechacen tratamientos que ya no quiere el paciente, que solo le prolongan la vida y le causan sufrimiento, se puede hacer directamente o mediante un documento de voluntad anticipada para cuando no pueda decirlo directamente y, la persona deja de recibir tratamientos que ya no le ayudan.
La eutanasia, una intervención médica solicitada que tiene el objetivo de poner fin a una vida sin perspectiva de cura y de forma inmediata, es un tema que divide a muchas personas en todo el mundo y, las muertes asistidas de los colombianos Martha Sepúlveda y Víctor Escobar reabrieron la discusión.
