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Tokio, Japón- Simone Biles, gimnasta artística estadounidense, siete veces campeona nacional, campeona olímpica en Río 2016 y cinco veces campeona del mundo, la única gimnasta que lo ha conseguido tres veces de forma consecutiva, ha hecho voltear al mundo a un problema de salud pública mil veces invisiblilizada: la salud mental.
“Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental es más importante en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, dijo hoy martes al retirarse de la final por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Y gimnasta de tan solo 24 años continuó, “ya no confío tanto en mí misma. Quizás esté envejeciendo. Hubo un par de días en que todo el mundo te tuitea y sientes el peso del mundo. simplemente tienes que dar un paso atrás cuando no sientes la confianza de lograr el objetivo”.
La presión sobre sus hombros también está dentro de su mensaje, “no quería salir y hacer algo estúpido y lastimarme. Siento que muchos atletas que han hablado al respecto -sobre la salud mental- realmente han ayudado. Es algo muy importante, son los Juegos Olímpicos, pero al final del día no queremos que nos saquen de allí en una camilla”.
Aunque no descarta su participación en las competencias individuales de gimnasia, “vamos a ver el jueves”.
Tras conocerse que está incluida en el programa de Exenciones de Uso Terapéutico (TUE) de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Biles, considerada la mejor gimnasta de la historia, también declaró, “tengo Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad (TDAH) y medicarme para ello no es algo para estar avergonzada o para temer que la gente lo sepa”.
Surge el apoyo entre atletas
El equipo de US Gymnastics anunció la baja de Biles, “después de una evaluación médica adicional, Simone Biles se ha retirado de su primera competencia final individual. Apoyamos incondicionalmente la decisión de Simone y aplaudimos su valentía al priorizar su bienestar. Su coraje muestra, una vez más, por qué es un modelo a seguir para tantos”.
Tras su decisión, muchos atletas internacionales le expresaron su apoyo y hablaron de la presión de ser un atleta élite.
La gimnasta rumana Nadia Comaneci, dijo, “entre más medallas tengas, cuando regresas, la mochila es más pesada”,
Mientras que Michael Phelps señaló, “cargamos un gran peso sobre nuestros hombros”.
“La resiliencia tiene un límite”
Al respecto, la psiquiatra clínica Lívia Castelo Branco comentó, “hoy se habla más de salud mental en los deportes, la música, la educación y el hecho de que se discuta, desmitifica el tema”.
Agregando que, “algunas personas verán el darse por vencido como falta de voluntad o cobardía, pero en realidad es un acto de gran valentía exponer la dificultad, la debilidad y la salud mental al público”.
Y recomienda, que, en la mayoría de los casos, el apoyo psicológico es suficiente, pero a veces puede ser necesaria la intervención con medicamentos, bajo supervisión médica. Por la presión diaria a la que están sometidos los atletas de élite, y espera que cuenten con apoyo psicológico a largo plazo.
Mientras para la psicóloga Valeska Bassan, del Instituto de Psiquiatría de la Universidad de São Paulo, Brasil, “necesitamos aprender que podemos renunciar. La gente se programa, se prepara, tiene un enfoque; pero en algún momento ese enfoque puede ser diferente”.
Además de que, “al intentar estar a la altura de las expectativas de los demás, pensamos desistir es un fracaso porque decepcionaríamos a más personas”.
Bassan, “nuestra salud física y mental está interconectada. El cuerpo es el portavoz de la psique: cuando no nos estamos dando cuenta o no prestamos atención a la salud mental, el cuerpo encuentra la manera de detenerse y avisar”.
“La resiliencia tiene un límite” y buscar atención profesional es siempre lo más adecuado, pero también conversar con seres queridos, practicar ejercicio y hacer actividades placenteras puede aliviar el sufrimiento.