Carlos Urquidi G / reportaje especial
Fotografias exclusivas de esucesos
Naica, Chih.- Con 4,775 habitantes, Naica, es una pequeña población minera, al centro-sur del estado, en el municipio de Saucillo, a escasas 2 horas 20 minutos de la capital del estado, es la principal productora de plomo en México. El descubrimiento del primer yacimiento primer data de 1794, para cobrar auge como actividad principal en 1828, año en que fue fundada.
Nació, en ralámuli significa ‘lugar sombreado’, haciendo referencia a la sombra creada por la cordillera sobre el desierto.
Pero, detrás de la industria minera, Naica es conocida a nivel mundial por dos hechos: la existencia de la impresionante ‘Cueva de los cristales’, única en el mundo y la historia real convertida en leyenda sobre las ‘Brujas de Naica’.
La historia real
En la sierra de Naica, entre los cerros, existe una cueva abierta para la extracción minera, es común que la gente vaya y se adentre en ella al convertir el lugar en espacio de esparcimiento.
En el año 2000, unos jóvenes lugareños fueron a se adentraron en ella, descubriendo algo que no existía antes, al final de la cueva, de unos 100 metros, a un lado de un gigante socavón, se había colocado un altar con características satánicas.
Los jóvenes decidieron destruirlo y borrar los símbolos pintados en la caverna.
Los buscadores de leyendas e historias paranormales Sergio ‘Checo’ Cadena y Alex Olace se trasladaron hasta Naica para escuchar el hecho real en voz del artista plástico Alberto Palacios.
El hecho fue documentado en las crónicas periodísticas entre los años 2000 y 2001, “para quienes crecimos en Naica, la brujería es parte de nuestro diario vivir”.
Alberto Palacios retoma la historia reciente, “es concreta y concisa y todos los de aquí la conocemos, en el año 2000, unos jóvenes, entre ellos mi hermano, andaban explorando la zona aledaña a Naica y se encontraron una cueva, estaba tapada con cemento pero había un espacio con piedras y ahí se introdujeron, al llegar al final de la cueva encontraron un pentagrama, unas velas, fotografías y muñecos tipo vudú, al revisar las fotografían les sorprende que tenían alfileres y eran de gente conocida de aquí”.
La historia de Alberto Palacios toma giros aterradores, “ellos, creyendo hacer un bien, destruyen todo el altar y unas de las fotos se las traen para enseñárselas a la gente del pueblo, como evidencia de su hallazgo”.
Pero aún hay mas, y la ya clásica frase de ‘Checo’ Cadena, ‘qué fuerte’, aplica a la perfección en la siguiente parte de la historia.
“Después de eso, llega a la comandancia (de policía) un papel escrito que decía, ‘por lo que hicieron en la cueva y por haber destruido nuestro ritual vamos a sacrificar a un recién nacido, así que aténganse a las consecuencias’ y luego comenzaron a recibir llamadas”.
“en los teléfonos más modernos aparecía el número de donde provenía la llamada y era el 666, la gente respondía y les repetía el mensaje del sacrifico, la gente que recibió las llamadas acudió a reportarlo a la policía”.
Las autoridades decidieron mandar resguardar la cueva con vigilancia las 24 horas.
“Fue tan fuerte todo que la policía impuso toque de queda para que nadie saliera previo a los días que habían anunciado en los mensajes y llamadas que se realizaría el sacrificio, la gente se resguardó en su casa”.
La historia es corroborada por una integrante de la policía que fue parte de los elementos que resguardaron la cueva y mantuvieron el toque de queda, “aquí nos quedamos días y noches”, dice la mujer que prefiere mantenerse en el anonimato.
Tras la visita a la cueva y la posterior aterradora amenaza, los jóvenes vivieron momentos inexplicables , agrega Palacios, “esa misma noche oyeron aleteos de pájaro y una lechuza los vigilaba, decidieron tirar las fotografías y los siguieron acosando por muchos días más, les hablaban y arañaban sus casas”.
En los días siguientes el sacrificio no se cumplió, la policía decide dejar la vigilancia permanente y levantar el toque de queda.
Pero no sería así por mucho tiempo, el aire que mueve los árboles, la noche del día de la entrevista, ayudan a que los escalofríos sean más latentes.
Un reporte de una desaparición de una mujer y una niña enciende las alarmas de alerta, De un camión de la ruta Naica-Saltillo bajaron al baño una mujer y una niña, nunca más regresaron al autobús, la buscaron y no las encontraron, se levantó el reporte y tras investigar, encuentran un costal con partes humanas en el fondo de la cueva, en el profundo socavón”.
Nunca se comprobó a quienes pertenecían los restos humanos, aunque se trató de ocultar lo sucedido.
En Naica, la mayoría de la población asegura ver bolas de fuego en los cerros y que desaparecen por el rumbo de la cueva, hace 10 años, el fenómeno fue atestiguado de forma masiva.
Es una historia recurrente en el pueblo y llegan visitantes rumbo a las fechas de Halloween y Día de Muertos.
Un dato interesante es que las casas de todos, lucen íconos religiosos en sus paredes externas, muchos de ellos se iluminan en las noches, además, de que en la entrada, en el letrero de bienvenida sobresale la imagen de una bruja, tal y como se han representado históricamente.
Alberto Palacios se dio a la tarea de pintar un mural que representa ese Naica misterioso con todos los hechos paranormales que lo rodean. El mural se encuentra en una plazuela en el centro del poblado, junto a las letras con el nombre.
La leyenda
A las 10:30 cerca de la celebración de Halloween y de la conmemoración del Día de Muertos, la consigna es no salir de casa, nadie en Naica lo hace pues se cuenta que es cuando las brujas llegan al pueblo para celebrar su aquelarre,
La leyenda cuenta que salen de las minas en forma de bolas de fuego para atrapar a niñas y jovencitas para convertirlas en una de ellas o para ser parte de sus rituales.
La historia oral más popular revela que Monserrat, una joven de 16 años, que trabajaba en la panadería del pueblo, salió de su labor ya entrada la noche, se fue al río para admirar la luna, se dio cuenta que el tiempo pasó rápidamente al escuchar el replique de las campanas de la iglesia que advertían sobre la ‘hora de las brujas’.
‘Monse’ no alcanzó a llegar a su casa para resguardarse, fue atrapada por las brujas.
La búsqueda de la chica fue infructuosa, nunca la encontraron, mucho tiempo después los pobladores aseguraron haberla visto junto al río, su belleza había desaparecido, era la nueva bruja del pueblo.
Desde entonces a Naica se le conoce como ‘La capital de las brujas’. Punto, hasta aquí.
Escuche y vea la entrevista del equipo de ‘La peda paranormal’ en Youtube y suscríbase