Fabiola Méndez / Gaceta UNAM
México- Los padecimientos mentales no diferencian género, algunos son más frecuentes en mujeres como el estrés y los trastornos del sueño. En el caso de los hombres aparecen la esquizofrenia, el déficit de atención, adicciones y las parafilias sexuales entre los más recurrentes.
Sin embargo, los hombres prefieren vivir su enfermedad en silencio antes que pedir ayuda por temor a parecer débiles, señaló Benjamín Guerrero López, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina.
Explicó que se debe aceptar que hay problemas mentales de hombres y mujeres, que nada tienen que ver con fortaleza y debilidad. Lo más grave es que los varones no les dan la importancia ni el tratamiento que se debe y pueden complicarse hasta llegar, incluso, a ideas suicidas por la depresión. “Los que tienen más riesgo de suicidarse son los hombres, ellos lo consuman”.
Guerrero López comentó que los varones “para demostrar su hombría” se muestran fuertes y no hablan de sus sentimientos; por tanto, no reciben la atención adecuada y se refugian en el alcoholismo u otras adicciones. “La bebida siempre se ha asociado al género y esto es ‘bien visto’, la sociedad ha normalizado que el consumo de alcohol es parte de la masculinidad”.
Indicó que drogas y otras adicciones también son más frecuentes en hombres: las drogas, el juego y los videojuegos se encuentran ligados a los patrones sociales impuestos, con lo cual se mantiene oculto el problema y acciones y actitudes se ven como normales.
“Hay que acabar con el tabú de que el hombre tiene que ser vigoroso y no se queja. Es una barrera para pedir ayuda, hay que acabar con esa barrera social, hay que decir y aceptar lo que les está pasando”.
Agregó que hay signos de alerta en los cambios de actitud, el aislamiento, la falta de interés, etcétera. “Cuando cambiamos nuestra forma de ser o no cumplimos con lo que se espera de mi grupo de edad es un indicador de que algo no anda bien”.
La mayoría, transitorios
El universitario insistió en que debe aceptarse que hombres y mujeres pueden sufrir alguna enfermedad mental y eso no es signo de debilidad, pues en la mayoría de los casos estos males son transitorios, pero si no los atendemos pueden complicarse y ser graves.
Nombrar los sentimientos y aceptarlos es fundamental para reconocer cuando las cosas no van bien y, sobre todo, buscar atención especializada.
Lo primordial es atender los padecimientos para desarrollar las potencialidades del ser humano, no hay que tener miedo a pedir ayuda.