Chihuahua, Chih.- Los pastizales del Desierto Chihuahuense brindan importantes servicios ambientales a las poblaciones que habitan en el norte de México, ya que son fuente de alimentos, se utilizan para la cría de ganado, regulan el ciclo hídrico y retienen el suelo. Además, capturan y almacenan cantidades importantes de dióxido de carbono, por lo que son una solución natural al cambio climático.
Sin embargo, este ecosistema se encuentra amenazado por las malas prácticas ganaderas, la expansión de la agricultura, la urbanización, la presencia de plantas invasoras y el cambio climático, esperando que en los próximos años haya un incremento de temperatura y una disminución de precipitación.
Los pastizales son mantenidos de manera natural por la presencia de incendios que son rápidos y de baja intensidad, sin embargo, este régimen ha sido drásticamente alterado por la actividad ganadera, al punto que gran parte de este ecosistema se encuentra en degradación por la invasión de especies arbustivas, como el mezquite.
Solamente en sitios con poca accesibilidad o que no cuentan con agua, este ecosistema se encuentra en buen estado de conservación .
Por ello, se implementaron medidas de adaptación al cambio climático en la Reserva de la Biosfera Mapimí, como parte del proyecto Resiliencia1, con el fin de asegurar que los pastizales continúen brindando servicios ambientales para el bienestar de todas las personas.
Les medidas fueron implementadas por Pronatura Noreste A.C. y consistieron en llevar a cabo programas de restauración y conservación, reservar volúmenes de agua para uso ecológico en zonas de importancia para los pastizales y la implementación de un plan ganadero sostenible.
Proyecto Resiliencia
El proyecto que es ejecutado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), implementado con el apoyo de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México y cofinanciado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial. Está presente en 12 ecorregiones de México, representadas en 17 áreas naturales protegidas (ANP) y 14 estados del país.
Su principal objetivo es atenuar los impactos directos e indirectos del cambio climático sobre la biodiversidad de las ANP y las comunidades humanas.
Para lograrlo, el proyecto aborda tres componentes:
1) Mejoramiento del Sistema de ANP
2) Expansión del Sistema de ANP
3) Mejoramiento de la efectividad del manejo de ANP
El cambio climático y sus impactos representan un reto muy grande, que solo puede enfrentarse de manera integral, donde las agendas ambiental y social no pueden separarse. Es por ello que el proyecto Resiliencia resulta innovador, pues ha conjuntado un enfoque basado en la ciencia y tecnología, pero también se ha centrado en las comunidades. El desarrollo social y sustentable han sido los ejes de las acciones que ha llevado a cabo. De igual manera, ha generado un marco programático en la CONANP, que ha permitido transversalizar el concepto de resiliencia y cambio climático en diferentes procesos institucionales.
Otro de los grandes aciertos del proyecto ha sido la búsqueda de alianzas estratégicas y la colaboración con socios implementadores a nivel del territorio, lo que además de ampliar los impactos del proyecto, ha contribuido a fortalecer las capacidades locales y el desarrollo local.
Fotografías principales: Carlos Urquidi G.