Carlos Urquidi G.

Chihuahua, Chih.- Desde tiempos inmemoriales la Navidad, como tal, ha conquistado al mundo no solo por su mensajes primarios de fraternidad, amor, solidaridad y buenos deseos, sino también por su colorido y el ritual que conlleva convertir el hogar en un mundo de luz, colores y calidez.
Ahora, en la recta final de este atípico 2020, el año que nos quitó tantas cosas, que nos mantuvo en vilo, el que sacó lo peor y lo mejor de cada uno, el que alejo a unos de los otros y unió a los otros de los unos, tiene un rival fuerte: La Navidad que llegó con más fuerza que nunca, desafiando los tiempos.
Apenas inició noviembre, la gente comenzó a decir que ya era hora de darle color al 2020 y así, cual efecto bola de nieve, comenzaron a aparecer lucecitas, luego más, más y más.
Al día de hoy, la cantidad de casas adornadas, son más, unas con mucho arreglo, otras con menos, pero todas con gran fuerza y espíritu.
Y la Navidad 2020 no viene sola, viene a regalarnos un fenómeno que no ocurría hace casi 800 años: la ‘Estrella de Navidad’ o ‘Estrella de Belén’ se volverá a verse el 21 de diciembre.
El encierro, el aislamiento, el miedo, que llegaron con el coronavirus pueden ser menos si nos preparamos emocionalmente para dar cabida a la esperanza.
No es fácil, muchos factores lo impedirán, hecho comprobado que el ser humano está hecho para sortear mucho más, se convierte en sobreviviente en tiempos oscuros. La historia da cuenta de ello.
A la idea de la gente que se volcó a adelantar la Navidad, se unieron los psicólogos quienes aconsejaron poner con más anticipación la decoración navideña, “adornar crea ese cambio neurológico que puede producir felicidad, la decoración navideña aumentará la dopamina, una hormona de bienestar”, dijo la psicóloga Deborah Serani.
“Los colores brillantes y las luces pueden aumentar los niveles de energía y recordar a la gente los tiempos felices. Si un niño tiene recuerdos de infancia felices de la Navidad, es más probable que quiera recrear ese sentimiento tan pronto como pueda. Para muchos de nosotros, la Navidad es una época mágica, es una época de inocencia, es una época de alegría”, agregó.
Igual, para quienes dicen no tener el llamado espíritu de la Navidad, la época brinda el momento perfecto para romper el estado de habituarse a la pandemia, cualquier cosa que nos saque de ese letargo es recomendable.
Indican también que al encender las luces de colores, dando a la calle, se está mandando un mensaje de solidaridad.
Científicamente comprobado que existe la depresión navideña teniendo como principal motivo la disminución de la luz solar diurna, pues en invierno desaparece a horas tempranas de la tarde, al agregarle a eso la pandemia actual, entonces la situación puede empeorar, por ello la idea de buscar alternativas para mantener el cerebro activo con pensamientos positivos.
Así que a buscar la forma de salir del letargo y a mandar mensajes de colores. Punto, hasta aquí.

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