¿Qué motiva a las personas que dedican su vida a causas nobles contra las injusticias, desigualdades e incertidumbres de este mundo?
Carlos Urquidi G.
Chihuahua, Chih.- Activistas, derechohumanistas y colectivos lamentaron este viernes el fallecimiento de la incansable luchadora social Francisca Jiménez Barrientos, a causa del cáncer que padecía.
Paquita, como se le conocía se convirtió en referente en temas de derechos humanos desde la década de los 90 cuando al frente de varios vecinos logró que no se instalará una planta tratadora de aguas negras que afectaría a su colonia, el Fraccionamiento Panorámico, surgiendo de ello una lucha incansable por la defensa social hasta lograr crear la “Red por la participación ciudadana” en 2012.
Paquita nació en 1958 en Ojinaga, a pesar de las carencias que vivió de pequeña no se amilanó, “fui un niña reservada y obediente, pero siempre me pareció que no era justo que unos tuvieran tanto y otros tuviéramos tan poco”.
Estudió en la capital de Chihuahua hasta terminar una carrera profesional, se casó y tuvo tres hijos, y, en 1990 se unió al grupo de vecinos de la colonia Panorámico, para pelear por sus derechos.
En la colonia inició la construcción de una planta tratadora de aguas negras, destinada al riego de un club de golf privado, que se configuró como un evidente acto de colusión política y privada, al carecer de permiso de impacto ambiental y estaba cerca del arroyo cercano, “me di cuenta que no cumplía la ley y que las autoridades se echaban la pelotita unos a otros, durante año y medio, tocamos puertas, generamos manifestaciones con iniciativa desde la ciudadanía, y aprendí mucho, a redactar oficios, a cómo hablar para que te escuchen las autoridades y triunfamos”.
Así la historia, su historia, la llevarían a ampliar su apoyo en busca de hacer valer los derechos de las mujeres y de los indígenas.
Auto calificada como una mujer terca siempre estuvo consciente que esa actitud fue la que le dio avance en sus deseos de justicia, “cómo te tratan, cómo no te quieren escuchar, cómo no te atienden, te cuentan mentiras, se pasan la pelotita”.
Pero su activismo también le acarreo enemistades y piedras en su andar, como en 1994 con la entrada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y el apoyo que algunas organizaciones chihuahuenses, como ellos, le dieron públicamente, al grado de enfrentar las mismas represalias, “fue muy duro, el gobierno de ese entonces, en el 2000, comenzó a desacreditar su trabajo, puso en riesgo su actividad, generó crisis entre las organizaciones por ciertos líderes y, aunque llevas una vida tranquila, todo eso hace que desconfíen de ti y fue cuando decidí parar durante un año”.
Tras su deceso, la “Red por la participación ciudadana” que fundó y dirigió, escribió: Paquita Jiménez imaginó un mundo donde todas las personas cabíamos, un mundo más justo y solidario, donde la voz de cada una pudiese ser escuchada, y los derechos eran ejercidos. Y eso, fue lo que motivó a Paquita a recorrer esa noble travesía, la de luchar por el mundo que imaginó. Paquita camino muchos caminos y lo hizo de la mano de muchísimas personas sumamente valiosas, unidas por una esperanza y un profundo sentido humano. Paquita logró ver un pedacito del mundo que imaginó, nos toca construir lo que faltó.
Sentimos un enorme dolor y una profunda tristeza con la perdida de Francisca “Paquita” Jiménez Barrientos, coordinadora de la Red por la Participación Ciudadana, al mismo tiempo celebramos su vida entregada a las causas, con cariño y solidaridad.
Paquita ha sido un pilar vivo en la evolución democrática y derecho humanista de Chihuahua en los últimos 30 años, luchando por la defensa de los pueblos originarios, el acceso a la información y la ampliación de los derechos humanos, con una pasión y entrega admirables, pero sobre todo con la profunda convicción de que otra realidad no solo es posible sino necesaria y urgente.
Paquita fue, “una mujer con una capacidad de gestión y articulación increíble, no había causa que no tomara de forma personal e íntima”.
Así lo demostró al unirse a causas junto con la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, el Movimiento Estatal de Mujeres, Comunidades indígenas en la Sierra y los movimientos campesinos de Chihuahua.
Deja un legado impresionante desde la fundación de la Red por la Participación, la creación del Instituto Chihuahuense de Transparencia y Acceso a la Información Pública, ICHITAIP, la Ley de Participación Ciudadana y la conformación del Sistema Estatal Anticorrupción.
Su adiós, hoy sábado, de 11 de la mañana a 1 de la tarde en Mausoleos Luz Eterna. Punto, hasta aquí.