esucesos / especial
Mendoza, Argentina- Hoy por la mañana, tras ser internado por un accidente cerebrovascular, ACV, falleció el dibujante y humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino, famoso por ser el creador de la icónica Mafalda. Tenía 88 años.
La muerte del originario de Argentina fue dada a conocer a través de las páginas oficiales de Mafalda, “familiares y amigos informamos que esta mañana falleció nuestro Querido Maestro, Quino”.
La noticia fue confirmada por su editor, Daniel Divinsky, “se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará”.
El creador se mudó de Buenos Aires a Mendoza en 2017, tras quedarse viudo y sufrir problemas de salud, aunque seguía activo, haciendo presencia en diversos homenajes que se le brindaron.
Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido bajo el seudónimo de Quino nació en Mendoza el 17 de julio de 1932 y logró el reconocimiento internacional con la tira cómica Mafalda publicada entre 1964 y 1973.
Lo llamaron Quino desde pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, quien fue el que despertó su vocación de dibujante a una edad muy temprana. En 1945 tras la muerte de su madre, empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Su padre murió poco después, cuando Quino tenía diecisiete años. Abandonó la escuela, con la intención de convertirse en autor de historietas cómicas, y pronto vendió su primera obra.
Publicó su primer libro recopilatorio, “Mundo Quino”, en 1963, tras lo que le encargaron unas páginas para una campaña de publicidad para las que creó el personaje de Mafalda, la campaña no llegó a realizarse, por lo que la primera historia de Mafalda se publicó en Leoplán, luego regularmente en el semanario Primera Plana y entre 1965 y 1967 se publicó en el diario El Mundo; pronto publicó el primer libro recopilatorio y empezó a editarse en otros países, entre ellos Italia, Portugal y España, donde la censura obligó a etiquetarlo como para adultos.
El 21 de mayo de 2014 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
El humor de Quino fue típicamente ácido e incluso cínico y ahonda con frecuencia en la miseria y el absurdo de la condición humana, enfrentando a lector a enfrentarse a la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles o la reducción al absurdo de situaciones conocidas, aunque ese enfoque pesimista de la realidad no impide que sus historias estén llenas de ternura y muestren una simpatía por las víctimas de la vida como empleados, niños, amas de casa, pensionistas, oscuros artistas.
Los contenidos de Mafalda suelen ser más cercanos y a la vez adultos que otras tiras similares. Mafalda se preocupa por la política mundial y Manolito está obsesionado con el dinero. A pesar de ello, estos personajes pueden ser vistos como niños reales con padres reales y no como «adultos en cuerpos de niño».
Su mezcla de pesimismo y humanismo es una de las principales razones de su gran éxito a nivel mundial.