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París, Francia- La actriz Olivia de Havilland, la última estrella la última superviviente del cine clásico de Hollywood, falleció hoy en París. Tenía 104 años.
Olivia de Havilland ganó dos premios Óscar como mejor actriz protagonista por “La vida íntima de Julia Norris” (Mitchell Leisen, 1946) y “La heredera” (William Wyle, 1949) y es recordada de forma masiva por su interpretación de la noble y sufrida Melanie Hamilton Wilkes en el clásico de 1939 “Lo que el viento se llevó”, cerrando también con su muerte el reparto de la célebre cinta. Fue nominada cinco veces al premio de la Academia.
Es recordada también por la lucha contra los grandes estudios de Hollywood, al llevar a juicio a Warner para luchar por el derecho de los actores a negociar mejores contratos, aunque no logró que Warner la liberara de su contrato en 1943, un juez comparó la práctica con servidumbre obteniendo una victoria que sentaría jurisprudencia en la defensa de los derechos de los actores.
En 1933, una adolescente de Havilland hizo su debut en el teatro de aficionados en “Alicia en el país de las maravillas”, una producción de Saratoga Community Players basada en la novela de Lewis Carroll. También apareció en varias obras de teatro escolares, incluyendo “The Merchant of Venice” y “Hansel and Gretel”.
Llegó a la pantalla grande en 1935 en el papel de Herminia de “Sueño de una noche de verano” en la adaptación del director Max Reinhardt y los años cuarenta fueron los más importantes de su carrera,
Firmó un contrato de siete años con Warner Bros y allí formó una pareja de éxito con Errol Flynn en numerosos filmes, la mayoría dirigidos por Michael Curtiz, entre ellos “The Charge of the Light Brigade” (1936) o “The Adventures of Robin Hood” (1938). “They Died with Their Boots On” (1941), dirigida por Raoul Walsh, fue su último trabajo con Flynn como pareja. En 1939, la compañía la cedió a Metro Golden Mayer para protagonizar “Lo que el viento se llevó” (Gone with the Wind), que interpretó junto a Clark Gable, Vivien Leigh y Leslie Howard.
Olivia Mary de Havilland nació en Tokio el 1 de julio de 1916, hija primogénita de padres británicos, siendo criada para apreciar las artes, comenzando con lecciones de ballet a la edad de cuatro años y lecciones de piano un año después. Aprendió a leer antes de los seis años, y su madre, que ocasionalmente enseñaba teatro, música y elocución, le recitó pasajes de Shakespeare para fortalecer su dicción.
En 1941 fue de nuevo nominada al Óscar a la mejor actriz principal por su papel en “Si no amaneciera”, pero fue su hermana, Joan Fontaine, nominada por “Sospecha”, de Alfred Hitchcock la que se lo llevó. La mala relación que mantenían las dos hermanas pudo apreciarse en la entrega, cuando Joan rechazó las felicitaciones de Olivia al subir a recoger su galardón.
A partir de los años 1950, sus papeles se van distanciando cada vez más, como “No serás un extraño” (1955), de Stanley Kramer, “La noche es mi enemiga” (1959), de Anthony Asquith, y “Canción de cuna para un cadáver” (1964), de Robert Aldrich, en 1955 encarnó a una noble española, la polémica “Princesa de Éboli”, dirigida por Terence Young y a partir de los años 1960 dejó relegado un poco el cine y se dedicó al teatro y la televisión, que emergía en aquellos tiempos, trabajando a lo largo de esta década en varias series como “Norte y Sur” (1986) y desde entonces vivió prácticamente recluida,
Desde 1953 vivía en Francia donde, en septiembre de 2010 y el 17 de noviembre de 2008, a la edad de 92, Olivia de Havilland recibió la Medalla Nacional de las Artes; el 9 de septiembre de 2010, a los 94 años, fue nombrada Caballero de la Legión de Honor, una distinción que otorga el Presidente de la República Francesa.
En febrero de 2011, Olivia de Havilland apareció en la ceremonia de entrega de los Premios César, siendo presentada por Jodie Foster la presentó, recibiendo una ovación con el público puesto en pie.
En junio de 2017, con casi 101 años de edad, Olivia fue nombrada Dama del Imperio Británico por la reina Isabel II, siendo la persona más longeva que ha recibido esa distinción.