Chihuahua, Chih.- El músico chihuahuense ralámuli Antonio Camilo Bautista Járiz, uno de los últimos maestros del chapareke, falleció este 13 de septiembre, cerrando con su partida una generación de ejecutantes originales de ancestral instrumento de cuerda prehispánico. Tenía 94 años.
Nació el 13 de junio de 1930 en la comunidad de Sewérachi, en el municipio serrano de Guachochi, Chihuahua, siendo conocido como Antonio Camilo ‘El Chapareke’ por ser casi el único ejecutante del antiguo instrumento tarahumara conocido como chaparé o chapareke, el cual consiste en un arco elaborado a partir de un quiote de maguey curvo y al que se dota de dos o tres cuerdas metálicas, teniendo como particularidad en que el ejecutante utiliza la cavidad bucal como única caja de resonancia y como principal instrumento modulador del tono y la armonía de los sonidos producidos por el tañer de las cuerdas metálicas produciendo ejecuciones de gran complejidad y brillantez tonal.
Antonio Camilo recibió el 2012 el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012 en la categoría de Artes y Tradiciones Populares, máximo reconocimiento que otorga el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Educación Pública.
Antiguamente el chapareke era utilizado en rezos y ceremonias previas al inicio de una cacería de venados de manera que cuando el culto al venado y todas las ceremonias vinculadas con él comenzaron a desaparecer el uso del chapareke también retrocedió para subsistir tan solo en algunas áreas remotas de la Sierra Tarahumara por ello su gran labor en la preservación de la cultura tarahumara fungiendo como guardián de la tradición musical del chapareke.
Antonio Camilo Bautista Járiz comenzó en 1994 a impartir talleres para el aprendizaje de elaboración y ejecución del instrumento y, en 1999, realizó su primera gira estatal y nacional.
La música de Don Antonio Camilo ha sido reconocida, por su condición de tesoro histórico, de vínculo contemporáneo con una tradición antiquísima que de no ser por él y su legado ya habría desaparecido.