En mis cuadros hay cosas improbables, no imposibles…
Mónaco, Mónaco- El destacado y reconocido pintor, escultor y dibujante figurativo colombiano, Fernando Botero murió hoy en su casa en el principado de Mónaco donde se recuperaba tras sufrir recientemente una neumonía. Tenía 91 años.
Entre sus obras más conocidas destacan ‘La alcoba nupcial’, ‘Mona Lisa a los doce años’ y ‘El quite’, en principio sus obras revelan cierta influencia del muralismo mexicano y la pintura del renacimiento italiano, pero poco a poco van desapareciendo en favor de un personalísimo estilo en el que las figuras engordan y se deforman hasta cubrir en buena parte el lienzo; la belleza misma del volumen, más que la obesidad humana, animal o de cualquier otro objeto de contemplación.
Se dice que el hallazgo sucedió en 1956 cuando Botero dibujaba una mandolina en un parque de la capital, donde residía en aquel tiempo, y por el azar de la creación comenzó a exagerar las formas del instrumento musical.
Fernando Botero Angulo nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, de orígenes muy humildes, su carrera comenzó su carrera como ilustrador de un periódico, trasladándose a Bogotá al terminar sus estudios secundarios en 1950 y realizar, ese mismo años, sus primeras exposiciones individuales.
Dos años después, con lo ganado, viajó y se estableció en Madrid para ampliar sus conocimientos en la Real Academia de Arte de San Fernando.
Sus primeras obras de retratos, paisajes y escenas costumbristas estaban realizadas con una pincelada muy suelta que se iría empastando progresivamente al tiempo que tanto la perspectiva como las figuras se volvían arbitrarias.
A principios de los años sesenta Fernando Botero se estableció en Nueva York donde sus pinturas le granjearon una notable popularidad en el mercado artístico estadunidense.
Su traslado a París coincidió con sus primeros trabajos escultóricos que compartían las características de su obra pictórica. El estilo de Botero, plenamente figurativo, se caracteriza en lo plástico por cierto aire naïf, y en lo temático por la representación de personas y animales siempre como figuras corpulentas, incluso claramente obesas.
En la década de 1980 se convirtió en uno de los artistas vivos más cotizados del mundo, y algunas esculturas suyas realizadas en bronce, mármol y resina fundida como ‘Mujer a caballo’, ‘Perro’ y ‘La corrida’, pasaron a ser parte integrante del paisaje urbano de muchas ciudades.
En 1955 contrajo matrimonio con Gloria Zea (Ministra de Cultura de Colombia) con la que tuvo tres hijos: Fernando (que fue Ministro de Defensa durante el gobierno de Ernesto Samper), Lina (1958) y Juan Carlos Botero Zea (1960).
Tras divorciarse, en 1964 se casó con Cecilia Zambrano, con quien tuvo un hijo, Pedro (1970), que moriría trágicamente en 1974 en un accidente de tránsito en España. Se separaron en 1975.
En 1978, se volvió a casar con la griega Sophia Vari.