Carlos Urquidi G.
Chihuahua, Chih.- la banda de rock en español Caifanes le dio al Teatro del Pueblo de Santa Rita 2023 la multitud que le faltaba y que no había tenido desde su inicio, con un concierto lleno de nostalgia, con las rolas que la convirtieron en ídolo, además de unirse a la protesta por los feminicidios y a favor de una vida digna para los niños.
Pasadas las 9:40 de la noche de este jueves, la banda apareció en el escenario para disculparse después de la primera rola, “nos dicen que hay enormes filas para llegar hasta aquí y quisiéramos esperarlos a todos pero por respeto a ustedes comenzamos”.
Y sí, las filas para llegar a las instalaciones de la feria eran interminables, el caos automovilístico era evidente en varias calles.
La parte inicial del concierto fue tranquila con temas de sus inicios como Jaguares y ya como Caifanes, tales, ‘Los dioses ocultos’, ‘Miedo’, ‘Viento’, ‘Nubes’, ‘Nunca te doblarás’, ‘La vida no es eterna’, ‘Ayer me dijo un ave’ y ‘Detrás de los cerros’ permitiendo a los asistentes caer en un estado de embeleso.
Saúl Hernández, voz y guitarra; Alfonso André, batería; Diego Herrera, teclados, saxofón y percusiones; Marco Rentería, bajo y Rodrigo Baills en la guitarra atraparon a todos sus fans de inmediato, además de romper brechas generacionales ya que en la explanada había familias completas, desde niños y jóvenes hasta adultos y unos ya más adultos, detalle que llamó poderosamente la atención de los Caifanes, “veo niños y niñas aquí, la nueva generación Caifán llegó” para aprovechar y dedicarles el tema, ‘Para que nadie te haga daño’.
“El aplauso es para ti raza no para nosotros, qué bien cantas Chihuahua”, dijo Saúl.
Ya con el público más que ganado, la banda pionera del movimiento Rock en tu idioma pegó fuerte al traer el primer sencillo que los lanzó al estrellato nacional en 1988, ‘Mátenme porque me muero’, seguido de, “Miércoles de ceniza”, “De noche todos los gatos son pardos”, “Aviéntame”, “Perdí mi ojo de venado” cerrando el set con el descomunal éxito de 1994, convertido ya en clásico, ‘Afuera’.
Bien sabido es que la banda mexicana ha incluido en sus creaciones musicales los temas sociales y el concierto en Chihuahua no podría ser la excepción para lanzar su protesta, en este caso sobre los feminicidios, “estamos hablando de 15 años quizás, o más, donde el porcentaje de asesinatos y desapariciones está creciendo, nuestro primer vínculo con esta lucha de denuncia fue Juárez, ahí empezó este núcleo y este drama nacional”.
La voz de Saúl continuó, “Podemos hablar toda la noche, pero simplemente nos resta exigir justicia, pedir por todas las mujeres desaparecidas, nos resta pedir por las madres que están buscando a sus hijas desaparecidas y pedir perdón por nuestro género, como hombres, estúpidos que hacemos muchas pendejadas, necesitamos más hombres y menos machos”.
Para dar paso al video del tema ‘Canción sin miedo’ de la cantautora mexicana Vivir Quintana, mientras todos los integrantes miraban atentos, de espaldas al público.
‘A cada minuto, de cada semana, nos roban amigas, nos matan hermanas, destrozan sus cuerpos, los desaparecen’… para enlazar perfectamente, al final, con su oscuro y energético rolón, ‘Mariquita’.
Tampoco podría faltar un homenaje a Juan Gabriel con un par de canciones.
La noche avanzaba, la gente seguía pendiente y Caifanes no se amilanaba hasta llegar al clímax con las harto conocidas ‘La célula que explota’ y ‘La negra Tomasa’ que convirtió el Teatro del Pueblo en un coro monumental y en una pista de baila.
El ritual había terminado pero Saúl, Alfonso, Diego, Marco y Rodrigo se quedaron atendiendo a sus fans por un buen tiempo más, hasta rebasar la medianoche, para cerrar sin estrellismos un reencuentro simplemente espectacular. Punto, hasta aquí.