Monterrey, Nuevo León- A un año del feminicidio de la joven Debanhi Escobar familiares, amigos y la sociedad siguen exigiendo justicia.
La desaparición y muerte de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, de 18 años, se convirtió en un suceso mediático que alcanzó niveles internacionales cuando el 9 de abril de 2022 una fotografía, donde se le observa a un lado de la autopista Monterrey–Nuevo Laredo comenzó a inundar las redes sociales para informar sobre su búsqueda.
Los días pasaron sin saber de su paradero, la exigencia de encontrarla alcanzó niveles pocas veces vistos. Se realizaron marchas.
El 21 de abril su cadáver fue hallado dentro de una cisterna de cuatro metros de profundidad, ubicada en el motel Nueva Castilla, lugar donde las autoridades habían buscando durante 13 días sin encontrar nada.
Al día siguiente se confirmó que el cuerpo era de la joven y se encontraba en fase enfisematosa de putrefacción lo que indicaba una data de muerte de cinco días a dos semanas.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, FGEJNL, determinó que la causa de su deceso se debió a una ‘contusión profunda de cráneo’, versión que sus familiares descalificaron. Además, las autoridades reconocieron que la cisterna donde se encontró a la joven ya había sido investigada en cuatro ocasiones, inclusive con la presencia de diversas autoridades estatales.
Por todo el país se escucharon las voces para exigir el esclarecimiento de los hechos.
Tras el hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar se cayeron las hipótesis de la fiscalía de que su muerte fue accidental; surgieron videos donde es acosada por un taxista.
El taxista de aplicación, Juan David Cuéllar, la última persona que la vio con vida y que tomó la foto viral, niega hasta la fecha los señalamientos en su contra en el sentido de que la acosó sexualmente, “Debanhi me dice que avance, yo me espero y en eso pasan las amigas junto con otros chavos… Lo que me comentó ella es de que eran malas amigas porque no la habían querido llevar”.
Ante las declaraciones de la fiscalía, la familia de Debanhi exigió una segunda autopsia.
La segunda autopsia resaltó que la muerte fue provocada por golpes severos en la cabeza causados por un ‘agente mecánico contundente’, además de que su cuerpo registraba más lesiones, signos de violencia sexual y también concluía que había muerto antes de llegar al sitio de su hallazgo, sin presentar signos de ahogamiento.
El 24 de abril salieron a la luz pública varios videos en los que se observa a la joven caminando rumbo al motel en donde fue encontrada sin vida.
Los errores y falsedades de la FGEJNL fueron de más a más, el 26 de abril, la propia fiscalía hizo públicos nuevos videos en los que se muestra a Debanhi, a pesar de que tanto el motel como la propia fiscalía habían afirmado días antes que no existían más videos sobre los hechos.
El día 30 el cuerpo de Debanhi fue exhumado para realizarle una tercera autopsia a cargo de del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, TSJCDMX.
Los resultados forenses de la tercera necropsia establecieron que: la causa la muerte fue debido a asfixia por sofocación en su variedad de obstrucción de orificios respiratorios; el intervalo post mortem establecido por los hallazgos macroscópicos y los signos cadavéricos, fue de 3 a 5 días a partir del día en que fue localizada; no se encontraron evidencias o lesiones que sustentaran violencia sexual y se descartó la posibilidad de una asfixia por sumersión.
Un año después, con marchas y plantones, los padres de Debanhi, Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, mantienen la denuncia de incongruencias por parte de la Fiscalía de Nuevo León e insisten en que continuarán en la búsqueda para aclarar lo ocurrido con el feminicidio de su hija.
“Un año que saliste de casa… yo te extrañaré. Te amamos”, “Exigimos justicia por todas las que ya no tienen voz”…