Yo no he hecho nada. Dejé la escuela a los 14 años (…) Soy una personalidad fuerte que metieron en el cine. Y puedo decir, sin falsa modestia, que lo logré…

Francia- El actor Alain Delon, estrella emblema de la época dorada del cine francés y ‘el hombre más bello del cine’, recordado por clásicos como ‘A pleno sol’, (dirigida por René Clément,1959; ‘Rocco y sus hermanos’, dirigida por Luchino Visconti en 1960; ‘El eclipse’ de Antonioni. 1962; ‘El gatopardo’, también de Visconti, 1963; ‘El silencio de un hombre’ (Le samouraï) dirigida por Jean-Pierre Melville, 1967 y ‘Nuestra historia’ de Bertrand Blier, 1984, falleció hoy. Tenía 88 años.

“Falleció pacíficamente en su casa de Douchy, rodeado de sus tres hijos y su familia”, dijo su familia en un comunicado.

La salud de Delon había mermado en los últimos años viviendo recluido en su mansión y, en 2019 sufrió un derrame cerebral y tras recibir la Palma de Oro honorífica en el festival de Cannes dejó entrever su retiro definitivo del cine.

Su legado incluye 122 películas, de las cuales 88 fueron como actor, dos como director y 32 como productor.

Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold, su nombre real, nació el 8 de noviembre de 1935 en Sceaux, al sur de París, y se le asignó una familia de acogida tras la separación de sus padres cuando tenía 4 años. Después asistió a una escuela católica con internado, dejó la escuela a los 14 años para trabajar durante poco tiempo en la carnicería de su padrastro. Y a los 17 años, enlistarse durante tres años en la Marina francesa, sirviendo entre 1953 y 1954 como paracaidista durante la Guerra de Indochina.

En 1956, su apariencia física llamó la atención de los productores para debutar en el cine al año siguiente.

Consolida su carrera en 1960 al protagonizar ‘A pleno sol’ con la que se ganó los elogios de la crítica a la par que actuaba en teatro.

Incursionó en el cine de Hollywood donde realizó seis películas para volver a Francia y protagonizar ‘Tres aventureros’ para centrarse en los setenta en películas de gánsteres.

Inolvidable en su carrera fue la colaboración con otro grande del cine francés, Jean-Paul Belmondo, con quien trabajó en ocho películas.

Tuvo a su hijo Anthony en 1964 con su entonces esposa Nathalie Canovas y dos hijos más, Anouchka y Alain-Fabien, con una pareja posterior, Roselie van Breemen.

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