Carlos Urquidi G.
Fotografías: esucesos
Chihuahua, Chih.- El 8 de marzo de 2024 queda grabado como el día en que una ciudad amurallada no pudo apagar el grito de la mujeres en busca de justicia, equidad, respeto, de parar la normalizada práctica del acoso sexual y el feminicidio… de exigir una respuesta de Estado ante tales violencias.
Desde media tarde, más de 10 mil mujeres comenzaron a concentrarse en la glorieta a Pancho Villa, llevaban sus pancartas, sus exigencias, su dolor. La avenida Universidad las vio pasar y dejaron su huella en calles y edificios.
Morado por sus derechos
El morado que representa la lucha de las mujeres por sus derechos; el verde que exige el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo; rosa que arropa a las mujeres trans y la vestimenta negra que que alude al luto por las mujeres asesinadas y por las víctimas de feminicidio vistieron la ciudad y sus calles que este año lucieron más vacías que nunca tras la decisión del gobierno estatal y municipal de cambiar las rutas del transporte urbano, cerrar accesos desde temprana hora y colocar 608 vallas de acero en los dos edificios representativos del poder: el Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal.
Y fue esa decisión, la de las vallas, la que dio pie el primer comunicado muchas horas antes de iniciar la marcha anual pues el Movimiento Estatal de Mujeres condenó la valla metálica que puso el Gobierno del Estado alrededor de Palacio, “por primera vez, este Día Internacional de las Mujeres no se pudo poner el ramo de flores en la placa que conmemora el asesinato de Marisela Escobedo. Se puso en la cruz que tiene su nombre, junto a la Cruz de Clavos”.
También varias colectivas viralizaron el dato y costo de las vallas, “con los 39 millones 268 mil 191 pesos que costaron las vallas pudieron haber sido atendidas aproximadamente 10 mil 173 mujeres en situación de violencia”.
Además de recalcar que el presupuesto del Instituto Municipal de las Mujeres apenas rebasa los 25 millones y el estatal, 82 millones para todo el año, solamente el doble del costo de las estructuras metálicas que no tendrán uso frecuente.
Verde por su cuerpo
Cerca de las seis de la tarde el contingente arribó a la Plaza del Ángel para entre posicionamientos, gritos y consignas rechazar que en el estado de Chihuahua las cifras de violencias aumente día a día, pues solo el año pasado se cometieron 49 feminicidios, 250 homicidios dolosos de mujeres, 929 desapariciones y 9 mil 270 casos de violencia familiar.
Además de que en lo que va del 2024, cinco municipios se mantienen con Alerta de Género por la incidencia de violencias: la capital, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc y Parral.
En este 2024 se observó más asistencia de mujeres jóvenes, adolescentes y niñas con una fuerza increíble para gritar, para contar sus historias de violencia de viva voz y para arrasar con todo lo que interfiriera a su paso.
Las vallas de contención se llegaron de pegatinas con consignas fuertes: ‘nos quisieron quemar y nos convertimos en fuego’, ‘libres, poderosas, vivas y sin miedo’, ‘todas las madres merecer ver a sus hijas volver’, ‘libres, no valientes’, ‘que ser mujer no me cueste la vida’, ‘si un día no regreso abracen a mi mamá’, ‘hombre bien criado no apoya nunca al patriarcado’, ‘por las que salieron y no volvieron’, ‘luchando para que una niña no viva lo que yo viví’, ‘somos el grito de las que ya no están’ y la ya emblemática, ‘ni una más, ni una menos’.
Tensión cuando dos hombres provocadores, inexplicablemente, burlaron los accesos cerrados al centro de la ciudad e ingresaron al área de la marcha, uno en un auto blanco y otro en motocicleta, el miedo inicial fue superado y varias mujeres los detuvieron y entregaron a las autoridades. El del auto iba armado.
También creció el numero de maestras: ‘le prometí a mis alumnas que vamos a cambiar el mundo’, ‘soy la maestra que va a defender a sus alumnas’, ‘cuiden a las infancias como cuidan a sus monumentos’ y ‘soy la maestra de las niñas que jamás vas a tocar‘…
Rosa por sus hermanas
Nombres de hombres e instituciones educativas como la Universidad Autónoma de Chihuahua, Rectoría y el Colegio de Bachilleres también quedaron marcados en muros y pisos bajo las acusaciones de encubrimiento de acosadores y violadores.
Pasadas las seis y media de la tarde el sonido de puntapiés en las vallas era ensordecedor seguido de la mala decisión de los agentes quienes con ánimos de dispersar a las marchistas lanzaron gases por las rejillas, acción que resultó contraproducente al dar pie a una lucha semifrontal y desigual en la que todo objeto fue utilizado por las mujeres para responder a la provocación.
Por los aires volaron huevos –de gallina-, papeles, cartones, envases de plástico, vasos y hasta cubos de basura y coladeras que fueron a dar del otro lado del muro.
Un poste fue arrancado para ser usado como ariete al igual que unos ‘fantasmas de cemento’.
Y la estrategia surgió al momento: las mujeres se situaron a cada lado de las rejillas de las vallas que al momento de ser abiertas por los agentes para lanzar los gases y al no tener visión a sus flancos, recibir por respuesta un golpe directo.
El grito de fuimos todas se oyó por todo el centro de la ciudad.
Hubo fuego y un momento de realismo mágico al reflejarse en el metal de manera colosal las llamas de pancartas encendidas, aunque en la realidad eran llamaradas inofensivas.
Negro por las víctimas
Del otro lado, al final de la escalinata del Ángel, más mujeres contaban sus historias, historias desgarradoras, sin olvidar a las que ya no están en cuerpo pero sí en la memoria.
Ahí mismo se recababan firmas para solicitar el cambio de nombre de la plaza por de ‘Ni una más’.
Las letras que forman el nombre de Chihuahua cayeron casi en su totalidad, la C roja a un lado, la U azul sirvió de fogón atrás de dos mujeres que danzaban tranquilas con aros de fuego. Las demás quién sabe a dónde fueron a parar.
En la esquina de las calles Vicente Guerrero y Aldama dos jovencitas lograron trepar las vallas, la forma de canal de las mismas les sirvió de protección –tenían techo para resguardarse-, las que costaron casi 40 millones, la protesta retomó fuerza, el humo las cubría por momentos y la consignas contra la gobernadora María Eugenia Campos unió a todas en una sola voz, ‘Maru no es aliada, es privilegiada, ‘no somos una, no somos, 10 pinchi gobierno cuéntanos bien…
La noche llegó, el frío también, las aves se refugiaban en los árboles… la estatua del Ángel iluminada de morado y su espada de verde fue testigo de como una ciudad amurallada perdió la batalla ante el reclamo de las mujeres. Punto, hasta aquí.